Reseña de la circunnavegación de Sierra Nevada

¡Qué viaje tan impresionante a través de Sierra Nevada! Comenzamos nuestra primera etapa desde la pintoresca ciudad de Almería hasta Laujar de Andarax. 127 kilómetros y 2200 metros de ascenso nos esperaban. El reto era grande, pero las vistas y el excelente catering de Christine nos mantuvieron motivados desde el principio.

La segunda etapa nos llevó desde Laujar de Andarax hasta el majestuoso Puerto de la Ragua, a 2.000 metros de altitud. Los 32 kilómetros de ascensión nos dejaron sin aliento y nos regalaron impresiones inolvidables. A continuación descendimos hacia los pueblos de influencia morisca de las Alpujarras. Nuestro destino: el acogedor hotel de Bèrchules, a 1.200 metros de altitud. 80 kilómetros y 2.000 metros de altitud: ¡un día lleno de éxitos y experiencias!

Desde Bèrchules, la ruta nos llevó hasta Granada, todo un recorrido de 123 kilómetros y 2.300 metros de altitud. Los pintorescos pueblos de las Alpujarras nos acompañaron, mientras la majestuosa Sierra Nevada se alzaba al fondo. El Granada Palace nos ofreció un alojamiento de lujo con vistas al imponente Veleta, que nos esperaba al día siguiente.

El punto culminante de la excursión fue sin duda la ascensión al Veleta. Empezamos en Monachil, con un cielo radiante, y el día prometía grandes cosas. Las empinadas subidas pusieron a prueba nuestra resistencia, pero las vistas compensaron cada esfuerzo. 65 kilómetros y 2.980 metros de altitud después, estábamos juntos en la cima: un momento inolvidable.

La etapa más larga nos llevó de Guejar Sierra a Laujar de Andarax, nada menos que 134 kilómetros y 2.480 metros de altitud. Fue necesario salir antes para disponer de tiempo suficiente. La ruta nos llevó a través de paisajes impresionantes, acompañados de un fuerte viento de cola que nos empujó literalmente hacia delante. La subida al Puerto de la Ragua fue otro reto, pero el posterior descenso hasta Laujar fue como una recompensa.

La última etapa, con 114 kilómetros y 1.300 metros de altitud, fue un final especial. Una salida más temprana debido a un maratón ciclista aumentó la emoción. El rápido descenso del principio vino acompañado de un viento en contra poco amable, pero nos abrimos paso con valentía. El avituallamiento de Christine en el kilómetro 53 nos hizo sentir nostalgia, ya que nos habíamos acostumbrado a sus cuidados. Los últimos kilómetros hasta Almería se caracterizaron por un fuerte viento en contra, pero la alegría de lo que habíamos conseguido lo eclipsó todo.

8 días de buen tiempo, 700 kilómetros y 14.000 metros de altitud, todo ello con gente estupenda: estas experiencias permanecerán con nosotros durante mucho tiempo.

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